Procesionaria ¡peligro para tu mascota!
- vet-astilleropedrena
- 23 abr 2016
- 2 Min. de lectura

La oruga se presenta casi siempre en forma de procesión (ligadas unas a otras), de ahí su denominación.
Suelen ubicarse cerca de los pinos donde instalan los "bolsones" en los que se desarrolla la larva y son precisamente esas procesiones lo que resulta muy llamativo y llegan a ser un auténtico peligro para los niños y los animales de compañía.
aparecen durante el primer cuatrimestre del año, entre enero y abril, a medida que las temperaturas medias empiezan asubir tras el invierno.
La procesionaria del pino es un agresivo insecto que en su fase larvaria, baja de los árboles y puede producir graves lesiones si entra en contacto con la piel.
Los bolsones de oruga procesionaria construidos en las copas de los pinos son fácilmente reconocibles porque parecen grandes bolas de algodón.

Estos insectos poseen unos pelos urticantes (irritantes) que en cuanto el perro lame la oruga la lengua se inflama y se puede necrosar, debido a todo esto la mayoría de los perros presentan molestias al intentar abrirles la boca y se frotan su cara con las patas delanteras.
Si nuestro perro se come la oruga también es habitual que vomite y que en sus vómitos aparezcan trozos de oruga.
Según la importancia y severidad de las lesiones ocasionadas en las zonas afectadas se pueden llegar a provocar necrosis en los tejidos, llegando a perder parte de la lengua.
También puede provocar otros daños importantes en los ojos, concretamente en la cornea y conjuntiva de nuestro perro.
Lo más importante en este caso es tratar de evitar el contacto de nuestro perro con la oruga procesionaria eligiendo para pasear zonas que ellas no habiten.
En el caso de no poder hacerlo, conviene estar alerta para que no se acerque ni para olisquearlas. Y si con todo esto no hemos podido evitar el contacto con la oruga, lo más adecuado será acudir de inmediato al veterinario.
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